Padre e hijo siempre juntos |
Tú Bien Sabes Hijo Mío
Llegué a una encrucijada
tras un largo recorrido,
algo había presentido
pero no sabía nada;
si era a izquierda o a
derecha
que debía encaminarme;
ya no tenía a mi padre,
ya mi vida estaba hecha.
Y fue así que en el
momento
de decisión imprevista
que tenía ante mi vista,
me invadía el
desconcierto.
Dime... ¿qué harías,
papá?
Pero él no me contesta,
en esta hora funesta
yo no sé por dónde está.
Dime... ¿qué harías,
papá?
le pregunté nuevamente,
y entonces vino a mi mente
su voz desde el más allá.
"Tú bien sabes hijo
mío
qué es lo que debes
hacer,
acuérdate que al crecer
te fui mostrando el
camino;
piensa ahora, ten buen
tino,
yo te enseñé a ser
valiente
además de ser decente
y a labrarte tu destino,
y si algo has aprendido
busca dentro de ti mismo,
y verás que allí
persisto
porque yo jamás me he
ido.
Busca en ti las
enseñanzas,
los consejos, los
ejemplos,
alumbra tu propio templo
con la luz de la
esperanza;
sé alegre y no te rindas
ni le temas a la muerte,
bien sabes que hay que ser
fuerte
y soportar las heridas;
todo tiene su final,
tú no te aferres a nada,
la tierra será abonada
con tu resto material;
no aguardes solo la dicha
así evitarás tormentos
y hasta en los tristes
momentos
será menor tu desdicha;
nada esperes, si algo
viene,
ya será alguna ganancia,
pero esfuérzate con ansia
que algo gana quien se
atreve."
~
Gracias padre, te he
escuchado,
ahora sé que debo hacer,
lo que tú me has hecho
ver
y que no estaba olvidado,
yo lo tenía guardado
dentro mío, y al
hablarme,
por lo menos un instante,
en mí has resucitado.
~
Muy bonito y muy cierto, si hemos sabido asimilar las enseñanzas de nuestros padres, somos una prolongación de ellos, y viven en nosotros.
ResponderBorrarNo hay nada más agradable, para mí, decir, "así era mi padre", y pensar y hacer como él lo hacía.
Fernando Atala Schaefer