domingo, 5 de mayo de 2019

Un general sin donaire


El honor se fue por el desagüe


Un militar gallardo que con poco más de cincuenta años de edad llegó a ser Comandante General del Ejército, nacido en una de las ciudades con más historia y tradiciones libertarias; un hombre que fue pasado a retiro por un exceso de patriotismo tal vez difícil de entender*, no denotaba lo que veríamos más adelante; un ex general que fue elegido congresista y en el que la patria depositó una vez más sus esperanzas, ya desde la fecundidad de las argumentaciones legislativas, ha dado motivos suficientes para que cualquier buena acción suya haya quedado definitivamente anulada, no tanto por el olvido sino por la vergüenza en que ha sumido al Ejército, primero, y al Congreso de la República después.

* Una vez dijo, y se le grabó: "Y he dado la consigna acá: chileno que entra ya no sale. O sale en cajón. Y si no hay los suficientes cajones, saldrán en bolsas plásticas. Y por si acaso, ustedes también las mujeres, van a ser mujeres bomba. O sea, ustedes [mujeres presentes en el lugar] los enamoran y después se mueren." (Wikipedia)

Y no es que no hayamos tenido malos soldados, que en todas partes hay de todo; tampoco diré que el Congreso haya sido un ente inmaculado hasta la aparición de este devaluado individuo, no señores, pero el grado de infamia al que ha descendido este desarmado ex-hombre de armas, este disoluto ex-hombre de leyes, es de tal magnitud que hay pocos personajes en la historia nacional o universal con quienes compararlo.

Se le juzgó y se le condenó, ya siendo legislador, por el sucio y vulgar delito de robo repetido y organizado de la gasolina del ejército mientras era General. Jamás reconoció su falta, se enredó en absurdas tentativas de evasión y no de defensa pues no la había, y dado el desafuero por parte de sus pares, la mayor parte motivados más por miedo a la reacción popular que por decoro parlamentario, hizo lo que no haría nadie con un mínimo de sentido de la dignidad: Se escapó.

Hasta el momento de publicar estas líneas (5 de Mayo de 2019), nadie sabe donde está. Se le busca para llevarlo a prisión desde el día 2 de Mayo, y a todos, o por lo menos a los que creemos en el sentido del honor, nos avergüenza la actitud de quien fuera distinguido primero con el mando de nuestro Glorioso Ejercito y luego con un lugar de honor en el Congreso de la República.

Definitivamente son tiempos caóticos.

Por si hiciera falta, quiero aclarar que mi perplejidad, asombro y decepción se fundamentan el el anti-ético comportamiento de un individuo concreto, y mi respeto a las instituciones del país están por encima de estas despreciables individualidades que justamente dañan de manera escandalosa el prestigio que todos los hombres y ciudadanos de bien queremos ver en ellas. 



Un General sin donaire


Soldadito de cartón,
que con mueca indescifrable
se te vio empuñar el sable,
nos resultaste llorón.

Soldadito de cartón,
los que creyeron en ti
no sabían que eras vil,
de sucia reputación.

Haz manchado el uniforme
de Ugarte y Bolognesi,
¿Será que entiendes, imbécil,
que el grado te quedó enorme?

Te enseñaron a pelear
y a defender la bandera,
hasta a morir en la guerra
si te tocaba luchar,

pero no aprendiste nada;
a cuantos otros soldados
con tu acción has enlodado
y tu honra está manchada.

Hasta aquí he sido cortés
sin merma de lo valiente,
pero por si no lo entiende
puedo ser algo soez:

Escucha, rata canalla,
pon atención excremento,
despierta por un momento
tus dos neuronas falladas;

el ejército no es eso,
o no debería serlo,
te dedicaste a joderlo
y te metiste al Congreso.

Ahora te toca estar preso,
directo y sin disimulos,
despreciable lameculos
de miedo quedaste tieso.

Dónde te hayas escondido,
así tarden en hallarte
ya jamás podrás librarte
de tu destino podrido.
ººº
Quien sabe si tus compinches
te mantienen a cubierto,
o tal vez, como alguien dice,
un día apareces muerto.
~

1 comentario:

  1. Por desgracia en el Perú, los cachacos honrados son muy pocos, desde que somo república, cada uno de ellos se ha creído con capacidad de gobernar el país, porque son capaces de gritar sus mandos, a sus soldados que obedecensin dudas ni murmuraciones.

    La época de patriotas se acabó, ahora estudian para convertirse en Francisco Bolognesi, Miguel Grau, o Quiñones con olor a loción y no a polvora, los que no son tan corruptos son los de la naval y la aviación, por lo demás olvidate.

    Ten en cuenta cuantos gobiernos militares hemos tenido a través de golpes de estado, ¡Un montón! y todos nos han llevado a la mierda, incluído el único gobierno de un militar elegido por el pueble, Humala, y ya ves, se va a la carcel, así que este angelito que habla hasta por los codos, como bie dices, va a terminar preso.

    Fernando Atala

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