miércoles, 18 de febrero de 2015

Las Buenas y las Malas


- Padre ¿Es cierto que Ud. separa las mujeres buenas de las malas?
- Si, hijo mío... 
- Bueno, entonces sepáreme dos buenas para el sábado.

(Chiste - Dominio público) 

 
Lewis 2001 - Imagen tomada de: dejandohuella.blogspot.com
El siguiente artículo, leído superficialmente puede parecer machista, pero si pudiera leerese en profundidad, digamos que metiéndose en un pozo o en una caverna, posiblemente se confirmaría esa impresión; por esta razón, se pide a las personas suceptibles a esas apreciaciones de género que mejor no lo lean. Tanto por su bien como por el bien del autor. 


- Dicen que es buena, de buenos sentimientos y buen corazón... lo que se dice un espíritu noble.

- O sea que es fea. Pobrecita...

Así son las conversaciones acerca de las cualidades femeninas, ya sean hombres o mujeres quienes mantengan la plática. Lo usual (no digo que sea lo correcto) es referirse primero al físico de la descrita, después a los títulos o logros que pueda tener en su haber incluyendo ciertas habilidades dignas de mencionarse que ya estarán imaginando con bastante aproximación; también su posición económica viene a ser un recurso a explotar para hacerse una idea de la mencionada, siempre después de la apreciación material del material exhibido, valga la redundancia, y cuanto más redunde el material, mejor para ella... seguro que sí; ya cuando no hay muchas posibilidades en esos aspectos, entonces se recurre, como última opción, a las cualidades morales de la persona inventariada. Quiere decir que si la protagonista del relato tiene los atributos bien puestos, como se diría... bien despachada, la cosa sería, más o menos de esta forma:

- Dicen que es muy bonita...

- ¿Bonita? !Buenaza!

- ¿Si...? no me digas ¡cuenta, cuenta!

- Fíjate que tiene unas..... y un.... y dos... que parecen unos melones de los grandes... ¡¡y el ...!! ¡¡parece que tuviera una sandía debajo, o dos... no te puedes imaginar!!

  
Y siguen las descripciones anatómico-lujuriosas (en el ejemplo de arriba se aprecia una clara inclinación a la comparación fruti-hortícola en contraposición a elementos netamente cárnicos, cosa curiosa que suele darse en muchos casos y que parece ocultar alguna tendencia vegetariano - canibalística con todas las contradicciones inherentes a tal combinación) - decía antes del largo paréntesis que siguen las descripciones que prefiero no poner aquí porque me delato y/o me expongo a peligros innecesarios - ya los lectores harán una suposición de lo que pueda valer la pena comentar de los mencionados organismos vivientes tan bien dotados por la madre naturaleza, o re-acondicionados por el o los cirujanos correspondientes, ya no se sabe bien, pero a primera vista da la mismo. Después, ya a la segunda o tercera ojeada (o tocada) tal vez las cosas cambien, pero tampoco hay que ser tan exigentes porque la prójima hace lo que puede y no vamos a ser nosotros quienes la desmotivemos con exigencias demasiado minuciosas, no señor. Aplaudimos cualquier esfuerzo que ellas hagan por mejorar el paisaje que nos compete contemplar, tanto en lo que podríamos llamar el cuerpo principal como en lo accesorio... todo suma.

Pero esta característica comportamental humana tiene otra faceta no menos importante que hay que resaltar, y es que las damas, seguro merecedoras de ese calificativo, que ostentan aquellos atributos que no quise detallar más arriba, pero que ya todos sabemos de que se trata y no hace falta decir que se ubican delante, atrás, arriba y abajo de la espléndida anatomía femenina...

- Sería más fácil que lo diga nomás...

- No busco la facilidad sino la corrección política.

- Así está difícil hablar de mujeres, oiga.

- No sea bárbaro, machista, ordinario y troglodita, déjeme seguir con la exposición y no me haga salir del tema.

Decía que si la damisela en cuestión tiene todo lo necesario para dejar boquiabiertos a los individuos del sexo masculino  (y muriendo de envidia a las individuas de su mismo sexo) entonces, ¿no necesita tener esa bondad, esa alma pura y demás consideraciones que son tan importantes en las otras menos agraciadas? - Pues parece que no las necesita; y por lógica simple y directa... puede ser una malvada, una víbora, una desconsiderada... que a pocos les va a importar teniendo esas otras cualidades ofrecidas a primera vista. Todo se les perdona y aguanta.

- Me dejó tirado la muy granuja, después que todo le di...

- Qué miserable

- Y estaba tan buena...

- Pero cómo... ¿Era buena?

- ¿Buena? ¡Ja! ¡Era buenísima la sinvergüenza!

O sea que por más mala que sea, no deja de ser buena, o mejor dicho de estar buena. Y esto lleva a la tercera etapa del estudio que ya va abarcando más de lo que aprieta, pero también yo, aquí y en varias otras circunstancias, abarco y aprieto lo que puedo.

Veamos qué se deriva de todo esto:

Que si es mala pero está buena, los humildes representantes del sexo fuerte (no se rían, chicas) estamos perdidos, porque no habrá maldad suficiente en este mundo que nos vuelva ciegos a las bondades  antedichas o por lo menos sugeridas: ésas del material disponible de que hablábamos ¡eso mismo! y lo de arriba también, que no será lo principal y aunque no sabemos bien para qué nos sirven a nosotros ya crecidos, igual nos dejan embobados. En pocas palabras. estamos a merced del sexo débil, que aún con su supuesta falta de condiciones para competir con nosotros, con todas sus carencias y sus defectos, desde su condición de aparente desventaja, puede dominarnos... 

- ¿Dominado yo? ¡No señor!

- Pues si no se da cuenta, es más fácil todavía... abra los ojos, oiga usted! Yo al menos ya lo vislumbré mientras que otros siguen en la estratósfera (o estratosfera, como me sugiere el corrector ortográfico que ya se hará merecedor también a lo suyo)

- ¿Y no hay poema? 

- Sí, un soneto:

MALOSA

Tú, pérfida y miserable,
bandida, vil, pendenciera,
igual tenerte quisiera
aunque no seas fiable...

Villana, ruin, inhumana,
Cruela Devil, maliciosa,
eres por fuera una diosa
no exactamente cristiana.

No pasas de esta semana
sin tener lo que mereces,
porque ya te tengo ganas,

no te hagas la puritana
 ni me salgas con niñeces
¡que te voy a dar katana!

~ o ~


1 comentario:

  1. Cosa de machos, está bien. Apoyo la posición sin llegar a ser machista.

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