1No
falta el acento, porque se trata de un Arti culo, que viene de articulación artística y no de lo que están pensando.
- ¿Cómo es éso de Los "Otros" Cornudos? ¿Hay más?
- Claro que hay más... ¡y muchos!
En la primera parte de mi cornucópico ensayo titulado "Los Cornudos", que de éso se trataba, entonces cómo más se iba a llamar; aunque me tentaban otros títulos como por ejemplo: "Los Adornados", "Los Ciervos", "Los de Lidia" (que no es la recepcionista coquetona de cierta oficina que coloca algunas cornamentas - la recepcionista, no la oficina - sino que hace referencia al polémico arte taurino) y así muchos nombres parecidos; pero opté por ser claro y directo y por éso el título reflejaba con transparencia el contenido.
Yendo al grano: quedó la impresión de que en ese trabajo yo sugiero que con una corneada uno queda limpio y vacunado para el resto de su alegre vida, pero no, y justamente para aclarar el concepto es que publico esta segunda parte o complemento.
-
Existe el cornudo consuetudinario. Si señor, aunque ponga esa cara de sálvese quien pueda, es así: Es el cornudo por costumbre, constantemente cornudo, y la costumbre es más bien de la prójima que lo engalana, pero así y todo el consuetudinario es él.
-
Existe también el cornudo reiterativo o reincidente, que es aquel que siempre cae en la misma situación de ser cornudo, pero, otra vez, la que reincide y/o reitera la acción es la señora, y el reincidente es él.
-
Existe el cornudo despistado (la gran mayoría) y aquí sí el despistado es él, aunque también puede ser que a la señora la pista le queda chica y por éso termina despistándose y al final, aunque ella se salga de la pista, el despistado siempre es él.
-
Antes de tener que escribir una tercera parte sobre este tema, valga la aclaración siguiente: Se puede pertenecer a varias categorías de cornudo a la vez. O sea, no vale decir por ejemplo:
- ¡Ah, qué suerte! ¡Yo soy cornudo despistado, entonces no puedo ser consuetudinario ni reiterativo!
- No mi estimado, claro que puede serlo, y encima se gana algún adjetivo más por... bueno, por éso: por ser tan simplón.
Imagen: taringa.net |
Los Otros Cornudos
- ¿Cómo es éso de Los "Otros" Cornudos? ¿Hay más?
- Claro que hay más... ¡y muchos!
En la primera parte de mi cornucópico ensayo titulado "Los Cornudos", que de éso se trataba, entonces cómo más se iba a llamar; aunque me tentaban otros títulos como por ejemplo: "Los Adornados", "Los Ciervos", "Los de Lidia" (que no es la recepcionista coquetona de cierta oficina que coloca algunas cornamentas - la recepcionista, no la oficina - sino que hace referencia al polémico arte taurino) y así muchos nombres parecidos; pero opté por ser claro y directo y por éso el título reflejaba con transparencia el contenido.
Yendo al grano: quedó la impresión de que en ese trabajo yo sugiero que con una corneada uno queda limpio y vacunado para el resto de su alegre vida, pero no, y justamente para aclarar el concepto es que publico esta segunda parte o complemento.
-
Existe el cornudo consuetudinario. Si señor, aunque ponga esa cara de sálvese quien pueda, es así: Es el cornudo por costumbre, constantemente cornudo, y la costumbre es más bien de la prójima que lo engalana, pero así y todo el consuetudinario es él.
CANTO PRIMERO
- Ya me estoy acostumbrando
a tus ardientes caricias,
y también a las delicias
de que vengo disfrutando...
- En verdad te beneficias
de ser consuetudinario,
pero a mi me gusta a diario
y tú a veces desperdicias.
Existe también el cornudo reiterativo o reincidente, que es aquel que siempre cae en la misma situación de ser cornudo, pero, otra vez, la que reincide y/o reitera la acción es la señora, y el reincidente es él.
CANTO SEGUNDO
- Otra vez te noto triste,
cabizbaja y pensativa;
me pregunté dónde ibas
a la hora que saliste.
- No es que esté tan pensativa
como te has imaginado,
ya verás lo que has ganado
cuando tengas perspectiva.
-
Existe el cornudo despistado (la gran mayoría) y aquí sí el despistado es él, aunque también puede ser que a la señora la pista le queda chica y por éso termina despistándose y al final, aunque ella se salga de la pista, el despistado siempre es él.
CANTO TERCERO
- ¿Recién llegas dulce amada,
o has estado en la cocina?
tu aspecto me vaticina
que habrá una noche encantada.
- Mejor que no esperes nada,
de la casa no he salido,
pero no sé mi querido
por qué estoy toda inflamada.
-
Antes de tener que escribir una tercera parte sobre este tema, valga la aclaración siguiente: Se puede pertenecer a varias categorías de cornudo a la vez. O sea, no vale decir por ejemplo:
- ¡Ah, qué suerte! ¡Yo soy cornudo despistado, entonces no puedo ser consuetudinario ni reiterativo!
- No mi estimado, claro que puede serlo, y encima se gana algún adjetivo más por... bueno, por éso: por ser tan simplón.
CANTO CUARTO
- A ti mi prenda querida
quiero darte el corazón,
porque eres tú la sazón
de mi atribulada vida.
- Cuidado que el condimento
no siempre lo pone uno,
si no me das desayuno
con algo más me contento.
-
¡Pero que complicación!
¿Es peor que lleven cuernos
y que se digan modernos,
o que sufran tal presión?
~ o ~
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