sábado, 13 de septiembre de 2014

“ME VOY PARA LA GUERRA”

Ricardo Kajatt S.



Hay una canción muy hermosa, sentimental, que me conmovía al escucharla... bueno... tenía muy corta edad y todavía me creía todos los cuentos... es una composición de 1941 y tenía como finalidad facilitar y ennoblecer la tarea de reclutar combatientes para ser enviados a luchar “por los Estados Unidos y por la libertad” a los campos de batalla en Europa.
Daniel Santos

Oírla ahora es distinto: con todo lo que se sabe, después de haberse descubierto tanta mentira y manipulación, ya no se puede oír esa canción como en esos tiempos inocentes.



Yo nací a mitad del siglo XX y la escuché ya entrados los años cincuenta, cuando se seguía utilizando para las otras guerras que siguieron a la europea, como la de Corea en esos años, después Viet Nam, Camboya, Laos... hasta los años setenta se seguía aprovechando la composición para darle una fachada de decencia y nobleza a las carnicerías y quemazones con las que los susodichos estados unidos se “defendían” alrededor del mundo. Ya nadie les creía, pero sí muchos fingían hacerlo por conveniencia... no los creo tan estúpidos, y aunque no sé cuál de las dos posibilidades los ofenda más, posiblemente no les importe mucho siempre y cuando su plan prospere. Los años sesenta y setenta fueron los de la reacción contra la guerra de Viet Nam, el peace and love, el flower power, el submarino amarillo y tantos sueños... que ya no quedan ni en los estampados para la ropa, ahora se usan más las calaveras y el ratón mickey. Y si hablamos de "submarinos", nos vienen a la memoria horrendas imágenes de torturas.



Cantando las cosas se dicen de otra manera, pasan de largo el control de la razón, de la mente consciente, y se meten derecho al sentimiento, al alma de la gente. “Cantando no hay reproche que nos duela...”dice una canción mexicana (Cartas Marcadas de Cuco Sánchez, por si quieren saber de cuál ser trata) y es cierto, con canciones, coplas y poesía se pueden decir las cosas desde una posición distinta, las intenciones ya son otra cosa, en este caso me parece que no hay ninguna duda de la atroz manipulación oculta detrás de tan nobles palabras, ideales y actitudes que se presentan a los ilusos para lograr propósitos inconfesables. Claro, si se les decía la verdad, ni con música se la iban a tragar y no sería la primera vez que se llevara al frente de batalla a los soldados engrillados, encadenados.



La canción narra la concisa historia de un joven recluta, bueno y decente como la mayoría de jóvenes idealistas que se necesitaba para la vil empresa - la guerra era un negocio calculado y el idealismo era sólo un factor más para la manipulación, nada más – que a pesar del dolor de dejar a sus seres queridos, lo hacían con la hidalguía de quien cumple con una misión sublime.

Aquí está la letra, compuesta por Pedro Flores Córdova, paisano de Daniel Santos, de quien poca cosa he podido averiguar, salvo que tuvo varias otras exitosas composiciones no sé mucho más de él. Tenía 47 años cuando compuso “Despedida”, que es la que tratamos aquí, y no sé si se daba cuenta de que lo estaban usando porque posiblemente para este señor la segunda guerra mundial no habrá sido una de sus principales prioridades, mientras que Daniel Santos tenía 25 años cuando la interpretó por primera vez para la famosa grabación y para mala suerte, o quien sabe buena suerte, le tocó ir a la mentada conflagración, justamente como el protagonista de la historia musical, y regresó con otras ideas y con la mente mucho más abierta, si tenemos en cuenta su proceder en los años siguientes.



Me imagino que la quieren oír, pues aquí está:






(En la foto del album dice "Sonora Matancera", no es correcto, formó parte de ella después)


Vengo a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque vaya a pelar en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.

ya yo me despedí de mi adorada
y le pedí por Dios que nunca llore
que recuerde por siempre mis amores que
yo de ella nunca me olvidaré.

Sólo me parte el alma y me condena
que dejo tan solita a mi mamá
mi pobre madrecita que es tan vieja
quien en mi ausencia la recordará.

Quien me le hará un favor si necesita
quien la socorrerá si se enfermara
quien le hablará de mí si preguntara
por este hijo que nunca quizás volverá,

quien me le rezará si ella se muere
quien pondrá una flor en su sepultura
quien se condolerá de mi amargura
si yo vuelvo y no encuentro a mi mamá.





Vemos que no se discute ni se explica de dónde le viene la santidad a la causa guerrera que se presenta tan elevada, al extremo de que vale la pena dejar a la madre y a la novia abandonadas a su suerte; no explica cómo es que peleando en “otras tierras” se va a salvar “su derecho, su patria y su fe...” vaya, si lo dice la canción debe ser cierto, ese cuento lo siguieron usando en Corea (donde no consiguieron ganar hasta hoy día), en Viet Nam (de donde salieron con el rabo entre las piernas después de despachar casi 60,000 ataúdes con sus respectivas banderas “americanas” y sin contar a los miles y miles de heridos, traumados y fracasados que salieron de ese infierno).

Estados Unidos no ha ganado ninguna guerra desde la segunda guerra mundial, que no es que la ganaran ellos, pero al menos formaron al lado de los vencedores, los aliados, pero quien puso el mayor esfuerzo, sacrificio y tiempo para lograr esa victoria fue la URSS.



BREVE BIOGRAFÍA DE DANIEL SANTOS

Daniel Doroteo de los Santos Betancourt (Santurce, Puerto Rico, 5 de febrero de 1916 - Ocala, Florida, 27 de noviembre de 1992), fue considerado como uno de los grandes intérpretes de géneros tropicales como el bolero y la guaracha. Tuvo por sobrenombres artísticos El Jefe y El Inquieto Anacobero (“diablillo” o “bohemio ).



Cuenta la leyenda que Daniel fue descubierto cuando cantaba la canción Te quiero, dijiste... mientras se bañaba. En ese momento, uno de los integrantes del Trío Lírico iba pasando por la calle y lo oyó cantar, entonces tocó a la puerta del apartamento de Daniel y le propuso unirse al trío, propuesta que fue aceptada por el joven Daniel.

En 1938, mientras trabajaba en un casino en Manhattan, cantó el tema Amor perdido sin saber que su compositor, Pedro Flores, estaba entre el público. A Flores le encantó la interpretación e invitó a Daniel a unirse a su grupo "El Cuarteto Flores".

En 1941, muchos puertorriqueños fueron enviados por el ejército de Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. Entonces Daniel grabó uno de sus grandes éxitos: Despedida, la cual fue compuesta por Pedro Flores y cuenta la historia de un recluta firme que tuvo que dejar a su novia y a su madre enferma. Daniel sufrió el mismo drama que el joven de la canción al saber que fue reclutado firme.


Aquí vemos como el joven Daniel fue utilizado vilmente para acarrear a sus compatriotas y a otros latinoamericanos como carne de cañón para la calculada intervención de Estados Unidos en las postrimerías de la segunda guerra mundial, la misma que fue peleada y ganada en su mayor parte por la URSS, pero ése ya es tema para otro artículo.

Después de la guerra, él se hizo partidario del Partido Nacionalista de Puerto Rico, que propugnaba por la independencia de Puerto Rico de los norteamericanos. Incluso grabó junto a Pedro Ortiz Dávila "Davilita" un disco de corte nacionalista con temas como Patriotas, La lucha por la independencia de Puerto Rico y Yanki, go home.

Este tipo de actitudes le acarrearía problemas con el FBI y el Departamento de Estado de Estados Unidos.


O sea que se dio cuenta de la verdadera situación, de lo contrario le salía más fácil seguir con la guaracha y haciendo de mascota puertorriqueña de los poderosos. Esta etapa de su vida nos revela al verdadero Daniel, al que debemos recordar con cariño y respeto. Pero tampoco iba a pasar la vida luchando solo contra el mundo, al fin y al cabo, amaba cantar y a éso dedicó su vida, no sin dejar clara su postura respecto a su tierra natal.



Luego de pasar una depresión muy fuerte, se unió a la inmortal Sonora Matancera en 1948, haciéndola famosa a nivel mundial. Con La Sonora ganó mucha fama y fortuna, a la vez que exhibió una vida desordenada envuelta en placeres, licor y prostitutas. Tuvo 12 hijos con distintas mujeres y además estuvo encarcelado en Cuba, Ecuador y República Dominicana acusado a veces de posesión de marihuana (se dice que tenía receta médica para consumir este producto).
En los años 1950 fue vocalista del grupo Los jóvenes del Cayo. También compuso la canción Sierra Maestra, la cual fue adoptada por Fidel Castro como himno de su movimiento.
En un programa de televisión dedicado exclusivamente a él, Santos contó una anécdota: en una ocasión, había tratado de suicidarse. Quería imitar a la poetisa argentina Alfonsina Storni, quien entró caminando en el mar hasta ahogarse, como se describe en la canción "Alfonsina y el mar". Pero cuando Santos sintió que no podía respirar se arrepintió y salió corriendo del agua.
Durante los años sesenta, su música se hizo muy popular en todo el Caribe. Fue tanta su popularidad en Medellín, que tanto él como Orlando Contreras fueron proclamados Los jefes por los clientes de los bares del centro de esa ciudad.
Durante sus últimos años de vida realizó algunas giras por Latino América y grabó con Johnny Pacheco y el Conjunto Clásico.
Cantó junto a Héctor Lavoe la canción «Joven contra viejo».
Murió en su rancho de Ocala, Florida el 27 de noviembre de 1992 y fue enterrado en el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis en el Viejo San Juan, cerca de las tumbas de Flores y del caudillo nacionalista Pedro Albizu Campos. Su tumba fue abierta en 2001 para enterrar al también cantante Yayo el Indio.
Su particular estilo de interpretación influyó en cantantes como Charlie Figueroa, Tito Cortés y Tony del Mar.


La canción sigue siendo hermosa, pero lástima que ya no suena igual... perdimos la inocencia. Y si la apreciamos en esos años de su juventud, ahora me deja un extraño sabor amargo cuando veo que siguió cantando lo mismo muchos años después... cosas de la vida, sólo él sabrá lo que sentía al cantarla nuevamente.

7 comentarios:

  1. Sólo en este párrafo ya no hay una sola palabra que se pueda admitir.
    Vengo a decirle adiós a los muchachos
    porque pronto me voy para la guerra
    y aunque vaya a pelar en otras tierras
    voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.
    Yo soy 100 por ciento pacifista, y esas frasecillas son hojarasca pura,
    negocio de ya sabemos quien.
    no perderé más tiempo analizando lo precedente.

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    1. Pero si es éso justamente lo que digo sobre la canción... estamos de acfuerdo en lo esencial.

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  2. Bueno socio, sin no invito un café no me leerá ni el diablo???
    Hay que ajustar mis blogs, ya sabes lo que digo.agradecido de antemano

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  3. gracias por el intento, debo estar escribiendo temas de mierda, o el público es decididamente prosaico.,

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  4. escríbeme a < pepsconegutårrobagmail.com >
    me han bloqueado el otro

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  5. Ay como me acuerdo de esa cancion y me trae grandes recuerdos de mi niñez cuando la escuchaba en el radio estaba muy de moda el gran cantante
    Daniel Santos tanto me gustó que que suplique a mi padre me comprara el disco el cual acedio .....corría el año de 1943. Y ahora que tengo 66 años son grandes recuerdos gracias Daniel
    donde te encuentres

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