Ricardo
Kajatt S.
Hay
una canción muy hermosa, sentimental, que me conmovía al
escucharla... bueno... tenía muy corta edad y todavía me creía
todos los cuentos... es una composición de 1941 y tenía como
finalidad facilitar y ennoblecer la tarea de reclutar combatientes
para ser enviados a luchar “por los Estados Unidos y por la
libertad” a los campos de batalla en Europa.
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Daniel Santos |
Oírla
ahora es distinto: con todo lo que se sabe, después de haberse
descubierto tanta mentira y manipulación, ya no se puede oír esa
canción como en esos tiempos inocentes.
Yo
nací a mitad del siglo XX y la escuché ya entrados los años
cincuenta, cuando se seguía utilizando para las otras guerras que
siguieron a la europea, como la de Corea en esos años, después Viet
Nam, Camboya, Laos... hasta los años setenta se seguía aprovechando
la composición para darle una fachada de decencia y nobleza a las
carnicerías y quemazones con las que los susodichos estados unidos
se “defendían” alrededor del mundo. Ya nadie les creía, pero sí
muchos fingían hacerlo por conveniencia... no los creo tan
estúpidos, y aunque no sé cuál de las dos posibilidades los ofenda
más, posiblemente no les importe mucho siempre y cuando su plan
prospere. Los años sesenta y setenta fueron los de la reacción
contra la guerra de Viet Nam, el peace and love, el flower power, el
submarino amarillo y tantos sueños... que ya no quedan ni en los
estampados para la ropa, ahora se usan más las calaveras y el ratón
mickey. Y si hablamos de "submarinos", nos vienen a la memoria
horrendas imágenes de torturas.
Cantando
las cosas se dicen de otra manera, pasan de largo el control de la
razón, de la mente consciente, y se meten derecho al sentimiento, al
alma de la gente. “Cantando no hay reproche que nos
duela...”dice una canción mexicana (Cartas Marcadas de
Cuco Sánchez, por si quieren saber de cuál ser trata) y es cierto,
con canciones, coplas y poesía se pueden decir las cosas desde una
posición distinta, las intenciones ya son otra cosa, en este caso me
parece que no hay ninguna duda de la atroz manipulación oculta
detrás de tan nobles palabras, ideales y actitudes que se presentan
a los ilusos para lograr propósitos inconfesables. Claro, si se
les decía la verdad, ni con música se la iban a tragar y no sería
la primera vez que se llevara al frente de batalla a los soldados
engrillados, encadenados.
La
canción narra la concisa historia de un joven recluta, bueno y
decente como la mayoría de jóvenes idealistas que se necesitaba
para la vil empresa - la guerra era un negocio calculado y el
idealismo era sólo un factor más para la manipulación, nada más – que
a pesar del dolor de dejar a sus seres queridos, lo hacían con la
hidalguía de quien cumple con una misión sublime.
Aquí
está la letra, compuesta por Pedro Flores Córdova, paisano de
Daniel Santos, de quien poca cosa he podido averiguar, salvo que tuvo
varias otras exitosas composiciones no sé mucho más de él. Tenía
47 años cuando compuso “Despedida”, que es la que tratamos aquí,
y no sé si se daba cuenta de que lo estaban usando porque
posiblemente para este señor la segunda guerra mundial no habrá
sido una de sus principales prioridades, mientras que Daniel Santos tenía 25 años cuando la interpretó por primera vez para la famosa
grabación y para mala suerte, o quien sabe buena suerte, le tocó ir
a la mentada conflagración, justamente como el protagonista de la
historia musical, y regresó con otras ideas y con la mente mucho más
abierta, si tenemos en cuenta su proceder en los años siguientes.
Me
imagino que la quieren oír, pues aquí está:
(En la foto del album dice "Sonora Matancera", no es correcto, formó parte de ella después)
Vengo
a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque vaya a pelar en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.
ya yo me despedí de mi adorada
y le pedí por Dios que nunca llore
que recuerde por siempre mis amores que
yo de ella nunca me olvidaré.
Sólo me parte el alma y me condena
que dejo tan solita a mi mamá
mi pobre madrecita que es tan vieja
quien en mi ausencia la recordará.
Quien me le hará un favor si necesita
quien la socorrerá si se enfermara
quien le hablará de mí si preguntara
por este hijo que nunca quizás volverá,
quien me le rezará si ella se muere
quien pondrá una flor en su sepultura
quien se condolerá de mi amargura
si yo vuelvo y no encuentro a mi mamá.
porque pronto me voy para la guerra
y aunque vaya a pelar en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.
ya yo me despedí de mi adorada
y le pedí por Dios que nunca llore
que recuerde por siempre mis amores que
yo de ella nunca me olvidaré.
Sólo me parte el alma y me condena
que dejo tan solita a mi mamá
mi pobre madrecita que es tan vieja
quien en mi ausencia la recordará.
Quien me le hará un favor si necesita
quien la socorrerá si se enfermara
quien le hablará de mí si preguntara
por este hijo que nunca quizás volverá,
quien me le rezará si ella se muere
quien pondrá una flor en su sepultura
quien se condolerá de mi amargura
si yo vuelvo y no encuentro a mi mamá.
Vemos
que no se discute ni se explica de dónde le viene la santidad a la
causa guerrera que se presenta tan elevada, al extremo de que vale la
pena dejar a la madre y a la novia abandonadas a su suerte; no
explica cómo es que peleando en “otras tierras” se va a salvar
“su derecho, su patria y su fe...” vaya, si lo dice la canción
debe ser cierto, ese cuento lo siguieron usando en Corea (donde no
consiguieron ganar hasta hoy día), en Viet Nam (de donde salieron
con el rabo entre las piernas después de despachar casi 60,000
ataúdes con sus respectivas banderas “americanas” y sin contar a
los miles y miles de heridos, traumados y fracasados que salieron de
ese infierno).
Estados
Unidos no ha ganado ninguna guerra desde la segunda guerra mundial,
que no es que la ganaran ellos, pero al menos formaron al lado de los
vencedores, los aliados, pero quien puso el mayor esfuerzo,
sacrificio y tiempo para lograr esa victoria fue la URSS.
BREVE
BIOGRAFÍA DE DANIEL SANTOS
Daniel
Doroteo de los Santos Betancourt (Santurce, Puerto Rico, 5 de febrero
de 1916 - Ocala, Florida, 27 de noviembre de 1992), fue considerado
como uno de los grandes intérpretes de géneros tropicales como el
bolero y la guaracha. Tuvo por sobrenombres artísticos El Jefe
y El Inquieto Anacobero (“diablillo” o “bohemio ).
Cuenta
la leyenda que Daniel fue descubierto cuando cantaba la canción Te
quiero, dijiste... mientras se bañaba. En ese momento, uno de
los integrantes del Trío Lírico iba pasando por la calle y lo oyó
cantar, entonces tocó a la puerta del apartamento de Daniel y le
propuso unirse al trío, propuesta que fue aceptada por el joven
Daniel.
En
1938, mientras trabajaba en un casino en Manhattan, cantó el tema
Amor perdido sin saber que su compositor, Pedro Flores, estaba entre
el público. A Flores le encantó la interpretación e invitó a
Daniel a unirse a su grupo "El Cuarteto Flores".
En
1941, muchos puertorriqueños fueron enviados por el ejército de
Estados Unidos a la Segunda Guerra Mundial. Entonces Daniel grabó
uno de sus grandes éxitos: Despedida, la cual fue compuesta
por Pedro Flores y cuenta la historia de un recluta firme que tuvo
que dejar a su novia y a su madre enferma. Daniel sufrió el mismo
drama que el joven de la canción al saber que fue reclutado firme.
Aquí vemos como el joven Daniel fue utilizado vilmente para acarrear a sus compatriotas y a otros latinoamericanos como carne de cañón para la calculada intervención de Estados Unidos en las postrimerías de la segunda guerra mundial, la misma que fue peleada y ganada en su mayor parte por la URSS, pero ése ya es tema para otro artículo.
Después
de la guerra, él se hizo partidario del Partido Nacionalista de
Puerto Rico, que propugnaba por la independencia de Puerto Rico de
los norteamericanos. Incluso grabó junto a Pedro Ortiz Dávila
"Davilita" un disco de corte nacionalista con temas como
Patriotas, La lucha por la independencia de Puerto Rico y Yanki, go
home.
Este
tipo de actitudes le acarrearía problemas con el FBI y el
Departamento de Estado de Estados Unidos.
O
sea que se dio cuenta de la verdadera situación, de lo contrario le
salía más fácil seguir con la guaracha y haciendo de mascota
puertorriqueña de los poderosos. Esta etapa de su vida nos revela al
verdadero Daniel, al que debemos recordar con cariño y respeto. Pero
tampoco iba a pasar la vida luchando solo contra el mundo, al fin y
al cabo, amaba cantar y a éso dedicó su vida, no sin dejar clara su
postura respecto a su tierra natal.
Luego
de pasar una depresión muy fuerte, se unió a la inmortal Sonora
Matancera en 1948, haciéndola famosa a nivel mundial. Con La Sonora
ganó mucha fama y fortuna, a la vez que exhibió una vida
desordenada envuelta en placeres, licor y prostitutas. Tuvo 12 hijos
con distintas mujeres y además estuvo encarcelado en Cuba, Ecuador y
República Dominicana acusado a veces de posesión de marihuana (se
dice que tenía receta médica para consumir este producto).
En
los años 1950 fue vocalista del grupo Los jóvenes del Cayo. También
compuso la canción Sierra Maestra, la cual fue adoptada por Fidel
Castro como himno de su movimiento.
En
un programa de televisión dedicado exclusivamente a él, Santos
contó una anécdota: en una ocasión, había tratado de suicidarse.
Quería imitar a la poetisa argentina Alfonsina Storni, quien entró
caminando en el mar hasta ahogarse, como se describe en la canción
"Alfonsina y el mar". Pero cuando Santos sintió que no
podía respirar se arrepintió y salió corriendo del agua.
Durante
los años sesenta, su música se hizo muy popular en todo el Caribe.
Fue tanta su popularidad en Medellín, que tanto él como Orlando
Contreras fueron proclamados Los jefes por los clientes de los
bares del centro de esa ciudad.
Durante
sus últimos años de vida realizó algunas giras por Latino América
y grabó con Johnny Pacheco y el Conjunto Clásico.
Cantó
junto a Héctor Lavoe la canción «Joven contra viejo».
Murió
en su rancho de Ocala, Florida el 27 de noviembre de 1992 y fue
enterrado en el cementerio de Santa María Magdalena de Pazzis en el
Viejo San Juan, cerca de las tumbas de Flores y del caudillo
nacionalista Pedro Albizu Campos. Su tumba fue abierta en 2001 para
enterrar al también cantante Yayo el Indio.
Su
particular estilo de interpretación influyó en cantantes como
Charlie Figueroa, Tito Cortés y Tony del Mar.
La
canción sigue siendo hermosa, pero lástima que ya no suena igual...
perdimos la inocencia. Y si la apreciamos en esos años de su
juventud, ahora me deja un extraño sabor amargo cuando veo que
siguió cantando lo mismo
muchos años después... cosas de la vida, sólo él sabrá lo que
sentía al cantarla nuevamente.
Sólo en este párrafo ya no hay una sola palabra que se pueda admitir.
ResponderBorrarVengo a decirle adiós a los muchachos
porque pronto me voy para la guerra
y aunque vaya a pelar en otras tierras
voy a salvar mi derecho, mi patria y mi fe.
Yo soy 100 por ciento pacifista, y esas frasecillas son hojarasca pura,
negocio de ya sabemos quien.
no perderé más tiempo analizando lo precedente.
Pero si es éso justamente lo que digo sobre la canción... estamos de acfuerdo en lo esencial.
BorrarBueno socio, sin no invito un café no me leerá ni el diablo???
ResponderBorrarHay que ajustar mis blogs, ya sabes lo que digo.agradecido de antemano
Vamos, los invito yo a http://capitulosextraviados.blogspot.com/
Borrargracias por el intento, debo estar escribiendo temas de mierda, o el público es decididamente prosaico.,
ResponderBorrarescríbeme a < pepsconegutårrobagmail.com >
ResponderBorrarme han bloqueado el otro
Ay como me acuerdo de esa cancion y me trae grandes recuerdos de mi niñez cuando la escuchaba en el radio estaba muy de moda el gran cantante
ResponderBorrarDaniel Santos tanto me gustó que que suplique a mi padre me comprara el disco el cual acedio .....corría el año de 1943. Y ahora que tengo 66 años son grandes recuerdos gracias Daniel
donde te encuentres