Interludio festivo
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Seis Décimas conchésumas
I
Hoy deseo escribir, gracias amigos,
a cualquier cosa no importa si es pequeña,
o si es grande e importante, lo que sea,
sin tener que explicar a quién le escribo.
Los versos a sí mismos referidos
no han de buscar aplausos ni alabanzas,
dejando aparte dudas y desconfianzas,
no todos gustarán de haber oído
- ¿Y los dedica entonces por joder?
- Es lo de menos, no saben ni leer.
II
Metidos de cabeza en sus asuntos
que no son santos ni limpios, ya sabemos,
ignoran plenamente que podemos
mandarles tal patada por el culo,
que aunque consigan mostrar un disimulo,
la vida que les quede será corta
para pedir perdón desde la celda
por todas sus huevadas y chanchullos.
Al verso tan inquieto ya lo veo
que puedo permitirle ser grosero.
III
Si esta copla los manda a la rechucha
aunque solo de forma literaria,
el producto del ansia solidaria,
la indignación del pueblo que ya es mucha,
lo hará literalmente, y esa lucha
desordenada y fiera, tan potente,
los va a dejar sin piso de repente.
Ese clamor tan fuerte que no escuchan
retumbará con fuerza en sus oídos
cuando estén chapoteando en sus fluidos.
IV
Pura mierda, política no es eso;
quién roba más, quién es el perseguido;
quién paga más, a quién han denunciado,
que cuántos votos hay, si están completos
los montos de traición y de dinero,
rejuntados de apetencias extremadas,
asociados de movidas amañadas,
inmundicia que los cubre en cuerpo entero.
Será mejor que ya no diga nada
están demás, es todo una cagada.
V
Ni amigos ni enemigos, todo es farsa;
ni socios ni secuaces se respetan,
no es solo que se prendan de la teta,
que el erario se roben y repartan,
a tal extremo se llenan y se hartan
que no les cabe en el menguado seso
pensar que política no es eso,
que esperpentos son que se descartan.
Los que se insultan, mañana se rejuntan
en la inmunda lista en que se apuntan.
VI
Ignorantes, ladrones y atrevidos
en poses de eruditos los falsarios,
no son ni siquiera cavernarios
que esos algún código han tenido;
estos no, a su madre ya han vendido
por su angurria y su hambre de poder,
obsesión que no les deja ver
que hace rato cruzaron lo prohibido.
Política no es eso, sinverguenzas,
el diablo va a jalarlos de las trenzas
y acabarán jodiendo en el infierno.
~
Nuestro pueblo es especial, no lo comprendo, cualquiera sin preparación se cree presidenciable, y los que podrían serlo, no tienen trayectoria política, por lo tanto no lo conocen, y los conocidos, la mayoría empresarios y algún pensador, son demasiado para el populacho, no votarían por él porque, no son de su clase.
ResponderBorrarEstamos jodidos
Muy buenas tus décimas, que nunca falte la poesía en tun blog, o me retiro y te friegas.
Fernando Atala Schaefer