domingo, 16 de febrero de 2020

Las piedras de Georgia: Delirio de grandeza


Falta de ética y de estética

Para quienes no lo saben, las Piedras de Georgia son un monumento a la gran ilusión de algunos poderosos que se creen o juegan (?) a ser dueños del mundo. Erigido en 1979 bajo cierto discutible anonimato, consta de algunas piezas de granito en las que está escrito, tallado en la dura piedra, el deseo manifiesto de un grupo de personas que ven el mundo como un especie de destino turístico, donde no les parece tan importante vivir y evolucionar, sino disfrutar entre pocos de lo mucho que el planeta posee, tratando de ocultar el inherente egoísmo de su propuesta de categoría vip, recurriendo al hipócrita argumento de mantener la naturaleza. Se entiende que lo que ellos ven como supernumerarios, o sea toda la demás gente, sale sobrando, y por ende, debe ser eliminada de alguna manera. No dicen cómo... algunos tratan de imaginarlo.

El único dictamen que merece resaltarse es ese de mantener la población en 500 millones y la alusión directa a la eugenesia (lograr una raza superior), lo demás es pura palabrería sobre asuntos en los que todos podemos estar de acuerdo, salvo el de unir a la humanidad con una nueva lengua, asunto sí bastante discutible y que ya se ha intentado antes con el Esperanto.

Son diez ¿mandamientos? escritos en ocho idiomas, redactados pobremente, con algunos errores, y desafiando groseramente no solo la estética, porque ni gracia tienen, sino y sobre todo, la ética, disimulando criminales intenciones bajo un ridículo disfraz ecológico de respeto a la naturaleza. Para respetar la naturaleza no es necesario matar a la gente sino educarla en la solidaridad y la justicia, precisamente lo que les falta a los autores de tan vergonzosa como estúpida obra que pasará a la historia y se mantendrá visible mientras duren las rocas, que son de granito y ya tienen 300 millones de años, para dejar constancia del vergonzoso espíritu individualista de cierta gente en el inicio de la era antropogénica, que no sabemos cuánto pueda durar pero en la que seguramente el mayor problema no es el exceso de población (porque tiende a estabilizarse) sino la gran contaminación ambiental causada por el desperdicio y el derroche que genera un sistema político y económico delirante, injusto y catastrófico.

Escribieron muy orondos que la población mundial, que hoy pasa de 7,500 millones, debe ser reducida y mantenida en 500 millones. O sea que debe quedar solamente el 6.66 % de la que hay ahora. Quiere decir que se debe eliminar a 7,000 millones de personas... sin contar con los que van naciendo, que son más de 16 millones cada año... o sea que si no hay un plazo y una meta que mantienen en secreto, no están avanzando nada. Ni siquiera están matando 16 millones anuales para mantener el número.

Si los tomáramos en serio, diríamos que, una de dos: O han fracasado o todavía no empiezan.

Si quisieran llegar a la meta en 30 años, deberían ir matando más de 230 millones cada año, lo cual no están haciendo, obviamente.

Si el plazo fuera de diez años, deberían exterminar 700 millones por año... casi dos millones diarios ¿Cómo? Con el debido respeto a los muertos, el coronavirus chino de moda ha causado 1600 decesos en dos meses; el hambre mata más y nadie dice nada. Dos millones diarios... no lo están haciendo ni lo van a poder hacer. O sea que las piedras (ahora con minúsculas) de Georgia no son más que una fanfarronada y una bravata, un ridículo delirio de grandeza de unos cuantos alucinados que lo único que tienen es dinero, aparte de su insaciable codicia. No les hagamos caso, eso sí, hagamos un esfuerzo por civilizarnos de verdad, para que el planeta no solo nos aguante, sino que nos permita alcanzar la calidad de vida sana y adecuada, que entonces sí nos tendremos merecida.
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2 comentarios:

  1. ¿Quienes son los estúpidos que escribieron eso?, deben estar en Georgia, USA, porque ese monolito es digno de Trump.

    Fernando Atala Schaefer

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  2. Esta semana, el día miércoles 6 de Julio de 2022, hubo una explosión que destruyó parcialmente las Piedras de Georgia, no se sabe aún quién o quiénes son los autores. Posteriormente, unas horas después, lo que quedó del monumento fue demolido con maquinarias para evitar accidentes. Así terminó el sueño delirante de dejar un monumento en piedra para la posteridad. La piedra es durable, la estupidez humana también, pero felizmente parece que no tanto.

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