sábado, 30 de noviembre de 2019

Ahora nosotros somos los palestinos


Piedras contra tanques, ya no es solo en Palestina

Cientos de tuertos y ciegos en las protestas de Chile, en número muy superior al que se puede esperar por simple casualidad; es que ya no tiran las bombas lacrimógenas al suelo ni los perdigones a los pies, ahora todo lo apuntan a la altura de los rostros de los manifestantes. Los han entrenado los israelíes. Y los israelíes tienen dónde y con quienes practicar impunemente, porque acusando de terroristas a los palestinos ya tienen vía libre para matarlos mientras el mundo calla. Lo mismo está pasando por estos lados, a los colombianos que protestan justamente contra un gobierno que los tiene como el país más injusto de Sudamérica, los tildan de vándalos, a los chilenos de delincuentes, a los bolivianos de indios salvajes, a los peruanos de terrucos, supuestos terroristas comunistas, a los ecuatorianos de delincuentes, a los hondureños también, delincuentes maristas, no de la virgen María sino de la las maras (pandillas) y así a cada uno de los que se rebelan por vivir en una sociedad injusta y gobernada sí por delincuentes probados y comprobados, se les descalifica con cualquiera de esos apelativos traídos de los pelos pero muy de su conveniencia.

Es que ahora resulta que no son los pueblos los que están contra ellos, son solo los delincuentes, los vándalos, los terrucos, etc. etc. O sea la "mala gente", y cada vez tienen que hacer más malabarismos lingüísticos, socio políticos y hasta aritméticos para que parezca, pero igual no parece, que están explicando lo que pasa.

El mayor logro de estos políticos y/o grandes pesudo empresarios delincuentes que se están cargando el continente entero es el haber podido formar gente, que no son precisamente ciudadanos informados, dispuesta a defenderlos y dar sus miserables vidas para que los sigan explotando y meciendo en la cuna de la estupidez. Se los moldea a través de películas, series, programas de TV, vídeos y todos los medios audio visuales conocidos y tal vez también de otras maneras que todavía no imaginamos. Ese es un campo extenso que por ahora no voy a tocar, porque con lo que estoy tocando ya es bastante y seguro que muchos, al sentirse tocados, van a quedar descolocados, malhumorados y revueltos.

También hacen sus giras de politólogos, sociólogos y toda clase de ólogos, invitándose entre ellos, unos a otros, para dar sus conferencias magistrales ante cuatro gatos que normalmente no se muestran en los vídeos que suben después a la web. Eso se llama diálogo de sordos, y propaganda, claro.

Volviendo a lo que preocupa, el que ahora nosotros seamos vistos como los palestinos, que son los que por circunstancias ajenas a ellos mismos, les tocó estar en la vanguardia de la lucha mundial contra la injusticia; pues ya vemos, la lucha nos toca ahora a nosotros también, una vez más, pero ahora vienen con más brutalidad y a la vez con más superficialidad en lo que a argumentación se refiere: ya ni se necesita, basta con clavarte cualquier apelativo de esos y ya eres blanco legítimo de sus armas "no letales" que dejan muchos mal heridos y también matan si las usan de cerca y contra el cuerpo o la cara desprotegida de la gente.

Ya no se discuten ideologías, no se hacen debates ni nada parecido, simplemente se descalifica al otro, al que no está con ellos ya sea como sirviente o como socio, estos últimos son los menos, y así, todo ese desprecio que siempre han tenido por los indígenas de cualquier país que dominan, ahora se hace real y patente en estas tierras, donde se venía discriminando con hipocresía y ahora que se cayeron las máscaras, se insulta directamente al autóctono llamándolo indio de mierda, bestia ignorante y salvaje, aborto de la naturaleza (?), lo dicen abiertamente, por los medios de comunicación. Han perdido los papeles, han perdido las formas básicas de la convivencia forzada en que estaban.

Y ante esto, me pregunto ¿Qué sentirán aquellos partidarios suyos cuando el espejo les devuelve una imagen parecida a la de los indios?

Porque sepan que la tintura para cabellos, las cirugías y las ropas caras no los hacen menos indios ni menos mestizos que aquellos a los que tanto desprecian, y a la hora de la hora, no serán más que la servidumbre de sus adorados amos.

Sin dignidad, cualquier pueblo está perdido, Por eso felicito a los bolivianos, son los que pueden marcar el camino, y tal vez por eso son vistos como muy peligrosos en esta lucha.

Despierten los que están dormidos.
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