domingo, 23 de septiembre de 2018

Jesús en segundo lugar


Monte de los olivos, esperando el sacrificio

Acerca del artículo de la semana pasada sobre el tema de las iglesias que aparecen aquí y allá por obra y gracia de sinvergüenzas que no creen ni en su madre, tengo que reconocer que he cometido una equivocación primordial, ya que desde el título y el enfoque se refería a la explotación del nombre y figura de Jesucristo, lo cual no es del todo cierto, aunque hay muchos que lo invocan, resulta que la mayoría de ellos prefiere recurrir al Jehová del antiguo testamento, o sea que en realidad no son cristianos sino una especie de judíos trasnochados que explotan una religión que - excepto los judíos, claro - muchos ya creían superada, y pareciera que cuentan con el beneplácito y el visto bueno de los supuestos poseedores del dogma que pregona lo del ojo por ojo antes que poner la otra mejilla.

Estos trastornados (por el dinero) y ridículos "profetas" se comportan como personajes de la farándula, que en resumidas cuentas eso es lo que son, recurriendo a poses y discursos que desafían toda ética y ni qué decir moral, asaltan a sus idiotas feligreses sin ninguna piedad, con el agravante que estos pertenecen en su gran mayoría a las clases más pobres y desamparadas de la sociedad, es contradictorio, pero precisamente por eso es que son engañados con tal facilidad, y terminan dando lo que más necesitan, a cambio de una rara sensación de superioridad que les proporciona la pertenencia a ese demencial rebaño.

- ¿Por qué prefieren el antiguo testamento?

- Porque son muy sapos, y saben que ese sirve mejor a sus intenciones.

Como sabemos, Jesús era un pan de Dios, era bueno, desprendido, generoso; no buscaba nada para sí mismo y hacía de la pobreza una virtud ¿Cómo acomodar eso a las intenciones retorcidas de estos delincuentes del púlpito y del escenario? Difícil. Él andaba a pié o en burro, comía pobremente y dormía donde podía. Mientras estos nuevos "religiosos" se comportan como estrellas del espectáculo, aspiran a manejar super-autos de lujo y derrochan huachafería y exageraciones por donde van.

Es así que el irascible y caprichoso dios del antiguo testamento se acomoda mejor a sus intenciones. Como aquel, reclaman poder y sumisión, amenazan con castigos infernales y se vengan de lo que podría disminuir su estatus. O sea el narcisismo y el egoísmo hechos divinidad, lo contrario de Jesús. Ya vamos viendo lo que pasa: no hay en la tierra hombres ni mujeres dispuestos a seguir las austeras y estrictas reglas del cristianismo, menos en un ambiente de competencia y envidia, por lo cual, disimuladamente, se van alejando de una o de otra forma del llamado Hijo de Dios. Ya nadie lo sigue. Hasta la iglesia católica, la más grande representante de Jesús por estos lados, hace rato que ha cambiado su objeto de culto, hace mucho que no es Jesús: se han vuelto "marianos" y lo dicen sin empacho, adoran a la virgen, madre de Dios, y le piden que interceda (esa es la palabra que emplean sin rubor) por sus "hijos"-  o sea ellos - no se sabe bien si ante el Hijo o el Padre, en fin. Y pensar que para eso vino Jesús a morir en la cruz, para enseñarnos cómo se debía orar al padre directamente, y ahora, como esos hijos mimados o miedosos que se esconden bajo las faldas de mamá y le cuchichean lo que no se atreven a pedir a su padre, así muchos piden a través de María lo que deberían esperar de Dios Padre sin necesidad de pedirlo siquiera (según el "Padre Nuestro", enseñanza directa de Cristo a los cristianos). 
Pero bueno, da igual, porque nadie recibe más de lo que merece; pida, llore o patalee.

- Oiga ¿Usted es teólogo o qué, para meterse a sermonear?

- Solo es uno de mis pasatiempos.

Para terminar, por si alguien leyó, podemos suponer que hay religiones que no tienen ese problema, tal vez porque al primero que se atreva a intentarlo le quitan la idea con todo y cabeza. No estaría mal intentarlo.





A qué viniste


Tanto empeño, tanto afán
que le pusiste a tu obra,
sufriste dolor de sobra
y compartiste tu pan;

tu cuerpo lo diste entero
sin retacear amarguras
para que ahora los curas
te tengan como un florero.

Ay Jesús, yo no soy nadie,
a veces ni creo en ti,
pero me parece vil
de tu nombre aprovecharse;

qué pena que seas tan bueno
y Tu Padre ande ocupado,
que sino, ya hubieran dado
un paralé al desenfreno

de tantos malos pastores,
de tan astutos obispos,
que pocas veces se han visto
en épocas anteriores.
. . .

Señor:
Venga a ver cómo está el mundo,
venga a darse una vueltita,
ya le puse su velita,
venga nomás un segundo.

Tal vez sigue predicando
en universos lejanos,
mientras aquí los malvados
andan robando y matando.

No quiero perder la fe;
esa que no sé si tengo
y a duras penas sostengo;
venga a verlos, oiga Usted.
~

3 comentarios:

  1. Me remito a lo que comenté sobre el asunto la semana pasada, es actual y va como anillo al dedo a lo que ahora dices, con una excepción.

    La excepción es la veneración a la Virgen María, porque ella realmente intercede ante el Hijo por nosostros, empezando en las bodas de Canaa, donde Jesús obedece a la madre y se autorevela, aunque todavía no había llegado su tiempo como Él le dice a su madre, la Santísima Virgrn María.

    En cuanto al grupo de los Marianos, no es que adoren a la Virgen en lugar del Hijo, es una veneración por lo que digo arriba, porque el hijo oye a la madre amorosa, que también es nuestra madre, y hace lo que ella le pide, esto no quiere decir que no oiga a su pueblo que somos nosotros.

    Fernando Atala

    ResponderBorrar
  2. Aunque en mucho de los argumentos presentados le doy la razon al autor...en cuanto a lo de la Virgen Maria tal vez el no sabe que no es adoracion, solo veneracion por haber sido su vientre el que albergo al hijo de Dios...estoy de acuerdo con Fatalesh que los hijos piden a traves de la Madre porque Jesus demostro que lo que ella le pida no se lo niega...amor de madre a sus hijos... lo cual no quita ni disminuye el amor que estos mismos hijos le tenemos a Jesus ni a Dios Padre...

    ResponderBorrar
  3. Gracias por sus comentarios con altura y seriedad que los honra; por lo que afirman, supongo que la iglesia tiene alguna clasificación en la que distingue Adoración de Veneración; pero lo que yo sé es que en el diccionario son sinónimos.

    ResponderBorrar