domingo, 19 de febrero de 2017

La Metida de dedo o La Introducción digital

(No recomendable para personas sensibles o sensibleras)




Entre las tantas expresiones del rico lenguaje castellano hay algunas que nos dejan desconcertados, al menos a mí, tal vez no debería hablar en general porque debe haber cantidad de eruditos que sí manejan y conocen el significado, origen y derivaciones de estos giros idiomáticos, pero como son gente seria y muy culta, difícilmente arribarán a este blog ni leerán estas lineas. Mejor que así sea, para que no digan luego que les metí el dedo.
Sin embargo, si alguno de ellos se cruzara por mi camino, entre otras cosas, le preguntaría qué entiende por metida de dedo.

Porque así de primera impresión todos somos cancheros, metida de dedo, pues, qué más va a ser...

- Dígame usted ¿Qué es una metida de dedo?

- Pues un engaño, todo el mundo lo sabe.

Ne debe confundirse metida de dedo con metida de yuca, la diferencia es grande, independientemente del tamaño del tubérculo. Dejemos esa posibilidad para otra ocasión, si no estoy presente, mejor, y continuemos con el dedo que se nos... perdón, con el dedo que nos ocupa... el presente artículo, qué va a ser sino.

Si la metida de dedo es un engaño, el engaño no está en la metida propiamente dicha sino en el objeto introducido, en este caso el dedo ¿Cómo es eso? pues, por lo visto, se esperaba que metieran algo, pero otra cosa, no pregunten a dónde para no adelantar conceptos, y en lugar de ese "algo" se metió un dedo, tenemos así que debido a  esa expectativa previa (porque expectativa posterior no hay, ni siquiera en este caso) es que la metida del dedo resulta un engaño, porque si se metía lo que se tenía que meter, no habría queja. Está claro... ¿No?  pero se entiende.

- ¡Uy! ¡Ya me metieron el dedo!

- ¿A dónde?

- ¡No sea grosero!

¿Se dan cuenta de lo retorcido del tema? - Grosero es quien pregunta, quién desea indagar acerca de este giro lingüístico, o en este caso digital, de dedo, no de dígito, y se encuentra con esa intransigencia de parte de quienes podrían dar luces sobre el tema. Dar luces digo, porque de dedos ya estamos cansados; si alguien usa la expresión, se espera que sepa lo que está diciendo. ¿O no?
Eso era antes. Ahora se habla porque se tiene boca, y se escribe solo por hacer algo, casi como una metida de dedo o como una tocada de tecla (con perdón de las señoras mayores), que es precisamente lo que se quiere dilucidar aquí.

- ¿Dónde?

- No sea grosero, oiga, en el blog, pues... dónde iba a ser sino.

Bueno, no nos desviemos que si se mete el dedo se debe meter bien, sin desvíos ni errores; solo se percibe que es dedo cuando... ¿Cuándo se percibe que es un dedo? No lo sé tampoco, y ¿dónde se tiene esa percepción? He ahí... la incógnita que nos ocupa.
Veamos, nuevamente, a ver si captamos algo más. 

- ¡Uy, me metieron el dedo!

- ¿Lo violaron?

- Claro que no... ¡Me estafaron! ¡Me metieron el dedo!

- ¿Y qué otra cosa esperaba usted que le metieran?

- ¡No sea grosero!

¡Me llevan los mil diablos! Así no se puede investigar, a cada pregunta que hace el investigador, muy pertinente por cierto, se responde con eso de que no sea grosero... vaya, creo que ahí hay una pista... grosero es quien pregunta por la localización de la mencionada dactilomaniobra y no quien alega haber sido objeto de la misma (de la metida de dedo) negándose a clarificar los pormenores del acto dáctilo-orificial, y digo orificial porque en algún orificio se ha hecho la metida, o sea la introducción digital, como fundamentadamente se la llama en el título del estudio.  
Me metieron el dedo... (a mí no, es un ejemplo) o sea que el dedo ha sido metido dentro del sujeto que habla, tal vez justamente por hablador terminó con el dedo metido... bueno, se entiende que en algún lugar del propio cuerpo o ente en estudio, veamos: por lo que manifiesta la expresión no hay dolor, o sea que el dedo se introduce en o por algún agujero, orificio, hueco o concavidad previamente existente, de las cuales el cuerpo humano tiene unas cuantas, yo ya voy calculando por donde o por cual se puede meter un dedo o cosa similar, no hará falta que los enumere, pero para no quitarle el cuerpo a la investigación, lo haré con hidalguía. Así tenemos que, comenzando por arriba, lo que vendría a ser el polo norte, están los ojos, los oídos, las fosas nasales, la boca; bajamos un poco más al sur y encontramos los pezones, atrofiados o no eso depende del individuo o individua en estudio, luego más o menos en la línea del ecuador tenemos el ombligo, que no es precisamente un agujero pero lo fue y por eso lo contamos, además que esotéricamente hablando es muy importante...

- ¡Ah caramba! 

- Si, pues...

Y debajo, como yendo para el polo sur, pero no tan abajo, están otros dos agujeros, más o menos cercanos: el ano y el eno.

- ¿El eno? Eso no existe...

- No me complique el artículo, que ya se sabe de qué hablo, el eno, según se trate del sexo puesto, o sea del sexo de la persona, puede ser más grande o más pequeño, pero está, y si está ya es agujero, en algunos se puede meter un dedo y hasta la mano entera, en otros solo un catéter. 
Por lo tanto, descartado el eno y los demás, sólo nos queda el ano. Es allí donde le pueden meter el dedo, o para ser más elegante, hacerle la introducción digital.

- ¿Y por qué descarta los ojos y la boca?

- Por lo mismo que descarté las orejas: Ahí no se podría esperar nada más que el dedo, ergo: no habría sorpresa. 


Introito* dáctilo-orificial

(*no es lisura)


Si te metieron el dedo
alegas que es un engaño
pero no se entiende el daño
que con tal acción hicieron
y que me aclares espero
qué es lo que estaba abierto
pues me causa desconcierto
que lo tengas descuidado
y con tan fácil acierto
el dedo lo ha penetrado.

Mejor digo que no entiendo
porqué el dedo es rechazado,
si otra cosa hubiera entrado
¿te causaría contento?
¿qué esperabas tener dentro
si el dedo desilusiona?
será porque no funciona
o es que le falta tamaño,
lo que el lugar ambiciona
parece ser un buen ñaño.

¿Pero qué lugar es ese
que desprecia un dedo honrado
y quiere ser horadado
aunque todo le crujiese?
Si yo contigo fingiese
ignorar de que se trata
tu indiferencia  me mata,
por eso no he perderme
en lo que al lugar concierne,
para no meter la pata.
~

6 comentarios:

  1. Ja, Ja, Ja, Ricardo eres colosal, haces una introducción erudita a la metida del dedo, que a la vez te enseña y te hace llorar de risa con las preguntas de tu supuesto interlocutor, ya no digo nada del poema pues es igual de magnífico, sigue en tu línea, sin que esto quiera decir que no puedas escribir en serio. Felicidades

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  2. Ingreso, declarando mi Inocencia : he metido dos dedos , durante 40 años , pero en seria actitud cientifica y profesional -laboral ( gineco-obstetra), comprendo y admiro las repercusiones emocionales de la correcta interpretacion del lenguaje. Celebro la Vida, el talento y el Humor de mis amigos.

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    1. Gracias por comprender y celebrar el humor de este amigo, cuánto me gustaría poder ahondar también en esa profesionalidad bi-dactilar que Ud. menciona, la cual lo honra. Felicitaciones.

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  3. Un gesto si bien explicito tiene en cada cultura una interpretacion bien precisa, no buena por cierto! No se puede negar tu creatividad y ironia. Saludos Ricardo continua siempre asi!

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    1. Seguiré hasta dónde me dejen, gracias por esa aprobación (del artículo, se entiende)

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