domingo, 29 de enero de 2017

Tristeza de un avatar


Este poema surgió de una pintura y de lo que yo imaginé que sería la tristeza de un avatar.  Porque esta pintura se llama Avatar y no hay duda que está triste.

¿Entonces, es posible ser un avatar y sentir tristeza? Esta pregunta nunca me la había planteado antes pues imaginaba a estos entes como ajenos a esos sentimientos tan humanos, pero, real o imaginario, el avatar de la pintura está triste, muy triste.
Trataré de comprender la razón de esa tristeza, sabiendo que lo que hago es un ejercicio completamente subjetivo; solamente podré exponer lo que yo creo que le puede estar pasando a este extraño ser, y mi observación será solo una entre muchas otras posibilidades. Quizás coincida con quien lo pintó, o quizás mi percepción sea diferente; no es eso lo más importante; lo que sí quisiera resaltar es que con cada creación artística, ya sea humilde o excelsa, estamos agregando un nuevo elemento al mundo real. Lo cual, al fin y al cabo, tampoco podemos saber si es bueno o malo, porque tantas cosas hay en el universo que agregar algo puede tener nulas consecuencias, o tal vez no. No lo sabemos.
Antes de que se hiciera la película y también antes de que se usara para las representaciones de las personas en Internet, esa palabra ya era conocida, deriva del antiguo idioma sánscrito (de la también antigua India), donde el avatar es cada una de las encarnaciones de alguna divinidad, especialmente del dios Visnú, el bondadoso, que según escrituras milenarias habría visitado la tierra varias veces.
O sea que el avatar es el cuerpo físico del que se sirve un dios para interactuar en el mundo material en que habitan los humanos.
En castellano, avatar también tiene otro significado cuando se usa generalmente en plural, los avatares, y se refiere a las arduas aventuras, dificultades o etapas por las que pasa algo o alguien, por ejemplo, los avatares de Ulises para regresar a Itaca, o los avatares de una novela para ser publicada... últimamente se usa poco y para la mayoría de las personas, si saben lo que es avatar, su significado se limita casi exclusivamente al mundo virtual y a la película del mismo nombre, donde se presenta algo así como una encarnación de una mente en un cuerpo que no es el suyo.
Volviendo a nuestro avatar, ese avatar triste me hizo pensar que un avatar, ya sea antiguo o moderno, podría sentir angustia y abandono cuando el espíritu que lo ocupa sale de él; qué vacío ha de sentir... de allí viene este poema que acompaña a la pintura.

  Tristeza de un Avatar


Qué soy sin ti: la soledad que espera
que tu llegada me despierte el alma,
que a través de mí transmitas tu calma
y mis ojos sirvan para que a otros veas.

Tú qué eres sin mi: esencia que flota
en el infinito de algún universo,
a veces propicio, a veces adverso,
que no siente nada y que nada toca.

Nos hacemos uno si mi ser habitas,
siento lo que sientes, vivo lo que vives,
amo lo que amas, tu pasión me incita;

de esta media muerte tú me resucitas,
espero que llegues para que me animes
y me quedo roto si tu ser me quitas.
~

1 comentario:

  1. Si, el avatar está triste, está sufriendo un cambio, ha dejado salir a una encarnación y espera a otra, todo cambio trae inquietud.

    Bonita pintura y muy acertada tu interpretación en prosa y poema.

    Fernando Atala

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