domingo, 8 de enero de 2017

Soneto a una yegua




Lo bueno de los sonetos es que te limitan la creación y te obligan a poner un final donde corresponde.

- ¿Y eso es bueno?

- A veces sí.

Hay formas poéticas que no te ponen ningún límite, puedes escribir por ejemplo décimas, y una tras otra llegar al infinito. Cada uno ve las cosas desde su propia perspectiva, por supuesto, y yo en este caso encuentro positivo tener algún límite, aunque nadie nos prohíbe tampoco escribir un soneto tras otro y entonces es lo mismo, porque sucede que a veces uno se desboca y se va... y se va... y se va a ...la última de las lineas a terminar lo que ya nadie está leyendo porque se quedaron en la cuarta o quinta estrofa del poema. Así es de inconstante el público, y esta vez, tratándose de una yegua, pensé que era mejor cortar por lo sano y ponerme un límite antes de empezar: que sea un soneto, dije, y me salieron dos porque estaba buena, no más porque sino, no sé hasta dónde no paramos, la yegua y yo... la yegua siempre por delante pues hay mucho que ganar desde esa perspectiva, los jinetes, experimentados o novatos, me entienden, y las yeguas lo saben hace rato, antes de que el más perspicaz de los caballeros se hubiera dado cuenta, ya ellas, las yeguas, sabían lo que tenían en la grupa y cómo utilizarlo.

- Oiga usted, para hablar tanta cosa incoherente sí que tiene habilidad.

- Parece que usted no monta... y sepa que para domar yeguas también tengo habilidad.

Tal vez no mucha, pero uno hace lo que puede, ahí está el mérito, y no porque me haya quedado algún ejemplar a medio amansar se va a poner en entredicho mi innata capacidad amansatoria, palabra que deriva de amansamiento que a su vez viene de amansar a la yegua o a lo que tenga uno debajo... o adelante.
Yeguas hay muchas, por lo que debemos estar agradecidos, yo, personalmente, agradezco con toda devoción y humildad por cada yegua proveída por la providencia, es una redundancia, lo sé, pero tratándose de yeguas lo que redunda no se desperdicia, al contrario: se aprovecha todavía más. Se entiende. Para eso hay suficientes caballeros que pueden domar y dar cuenta de tal abundancia equina, aunque parece que últimamente algunas yeguas andan medio descuidadas, como que los caballeros se hacen de rogar para cumplir con las labores propias del oficio. Mientras existan domadores de la vieja escuela, a ninguna yegua le faltará quien la amanse llevándola a disfrutar de una buena cabalgata, aunque al comienzo se encabriten, siempre la habilidad del domador las llevará en la dirección correcta.

Al final, te agradecen.

Más de una ya estará brava... que vengan nomás para amansarlas, mientras tanto, aquí termino y voy al soneto que al final resultaron ser dos, como ya dije antes, si se trata de yeguas, uno es poco.



Para ti, yegua.


A ti que domarte espero,
yegua esquiva y caprichosa,
voy a decirte una cosa
porque callarla no quiero:

dejo montura y espuelas
porque soy un caballero,
prefiero montarte al pelo
sabiendo que es lo que esperas.

Te voy a dejar mansita
después de esa cabalgata
que tu mirada me invita,

es tan urgente el deseo
que aquí en mi pecho palpita,
que no llegas a febrero.
~

Se me hizo corto el soneto
para tamaña hermosura,
qué poco los versos duran
para tanto que prometo;

intenté quedarme quieto
y limitar los embates,
mas quiero que te destapes
y muestres tu aire coqueto,

admirarte yegua brava,
ver tus ancas poderosas,
de mi amor volverte esclava;

 tú que tan bien corcoveabas,
aquí llegaste, preciosa,
al fin tus ansias se acaban.
 ~

2 comentarios:

  1. Ricardo, genial, como siempre las ideas y palabras te brotan con una gracia y facilidad increíbles, el soneto y su preámbulo muy buenos, solo te doy un consejo, no montes mucho pues te puede doler el pantalón.

    Cuando un tío, Bishara, veía pasar una buena yegua, decía, pecho ancho, ancas fuertes, fácil de montar. Trata de poner en practica el dicho de este tío.

    Fernando Atala

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    1. Y cómo no iban a brotar... hubieras visto a la yegua ¡hermosa!
      Acerca del tío, seguro que era un experto en esas cosas. Saludos, gracias por comentar.

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