miércoles, 4 de noviembre de 2015

Fido, a tu memoria.



Un gatito de colores
de bello aspecto atigrado,
la bella se ha emocionado
y en sus ojos hay fulgores
 de alegría tan sincera
pues quería una mascota
y de lejos se le nota
que muy bien valió la espera,

le puso de nombre fido,
no por ser original
sino porque el animal
ya se notaba jodido,
es decir que era travieso,
juguetón y atolondrado,
cualquier objeto a su lado
jamás terminaba ileso,

tan sólo cuarenta días
que tenía de nacido,
así lo habían traído
y empezó sus correrías
al comienzo por la casa,
muy pronto salió al jardín
del que pronto alcanzó el fin
y después la cuadra arrasa,

su fogosa juventud
no da calma ni sosiego
aunque también para el juego
tiene ganas y actitud,
siempre vuelve con su dueña
la misma que él a escogido
porque con ella ha podido
compartir su dicha plena;

es ella la que lo cura
cuando regresa maltrecho
de su andar de techo en techo
y sus locas aventuras,
se preocupa con razón
pues Fido vuelve golpeado
y aunque todo despeinado
con ínfulas de campeón.

Fido nunca estuvo quieto,
valiente y aventurero,
con su dueña zalamero,
cariñoso y muy coqueto;
así se formaron lazos
entre la dueña y el gato
que no se mostraba ingrato
y buscaba los abrazos.

Ella tuvo que viajar
y se alejó de la casa,
Fido no sabe qué pasa
y a veces suele maullar,
ya no la ve por acá ,
no entiende por qué se fue,
quien sabe si como él
algún día volverá.

La casa ya no es la misma,
nada le parece igual
y piensa que algo está mal
extrañando las caricias
de su amita que amorosa
lo hacía sentirse bien,
a veces piensa también
que era dulce y cariñosa.

El gato soñó con ella
y ella soñó con el gato,
tal vez en el mismo rato
en que pasaba la estrella
que se llevó para el cielo
a Fido, que de tristeza
pero con delicadeza,
emprendió su último vuelo.
 
Se encontraron entre sueños
desde América hasta España,
el levantó la patita
y ella cayó de la cama,
no es por darme de gracioso
pero así fue que ocurrió,
hay incluso quien lo oyó
mas no quiso ser curioso.

En el cielo de los gatos
no sabemos si hay ratones
o juguetes a montones
o comida en lindos platos,
pero lo que sí sabemos
es que ellos no nos olvidan
y que al tener siete vidas
seguro que los veremos
~



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