domingo, 7 de septiembre de 2014

Fin del Mundo

Guerras, profecías... se acaba el mundo...

Será que se acaba una etapa.
Ojo que todo lo ve - egipcio.

O se acaba todo.

Diferentes profecías, hindúes, islámicas, mayas, judías y cristianas y quién sabe cuántas más, predicen tragedias y sufrimientos antes del fin de estos tiempos. No queda muy claro qué viene después, algunos piensan que no se salva nada, lo cual parecería un enorme desperdicio de proporciones incalculablemente absurdas. No hay con quién negociar, ni con qué, porque nada nos pertenece.

Es asombrosa nuestra pretensión de sentirnos dueños del planeta... y hasta del universo, hace unos días encontré un vídeo que muestra un supuesto objeto circular y oscuro que parecía estar haciendo algún tipo de interacción con el sol, y la presentación del vídeo hacía alusión a que un intruso estaba extrayendo energía de “nuestro” sol, dice literalmente: "Supuesto Ovni del tamaño de la tierra roba energía de nuestra estrella el Sol.. Preocupante!!!" Se dan cuenta... nos estan robando, dice... ¡cómo te van a robar lo que nos es tuyo! ¡qué pretensión... nuestro sol!

No somo dueños de nada: ni del aire ni de los ríos, no digamos ya los mares de los que casi nada conocemos y menos aún de lo que puede haber dentro de la tierra; y marcamos fronteras entre países, absolutamente permeables para vientos, pájaros, insectos y cuanta materia libre se nos pueda escapar, que sirven sólo para estorbarnos el paso entre nosotros y aplicar las medidas de nuestro miserable egoísmo. Y creemos que lo controlamos todo, no señor, no controlamos nada: ni siquiera nuestra propia conducta, que es por dónde habría que empezar.

Finalmente es sólo una forma de hablar, porque de alguna manera debemos expresarnos: nuestro mundo, mi casa, tu país, nuestro universo, pero resulta que el lenguaje modela nuestra percepción de las cosas y termina por distorsionar nuestro concepto de la realidad y del mundo y terminamos creyendo que somos dueños, no sólo del planeta sino quién sabe de qué; sino cómo se explica la "venta" de lotes en la luna y en marte... ¡por favor!

Somos apenas algo parecido a una leve pátina en la superficie del que nos parece inmenso globo y que a su vez no es más que un insignificante planeta orbitando una estrella de segunda o tercera categoría que se pierde entre millones de estrellas sólo en esta galaxia... de las que a su vez hay millones.

No somos casi nada... pero algo somos, aquí estamos, y creamos religiones y por ellas nos matamos, pero en verdad son sólo el pretexto para acabar con el otro. Entonces, en términos de evolución espiritual (aquí me despido de muchos que no creen es esas cosas) ¿en qué nivel estamos?

No sabemos si estamos situados entre los animales y los semidioses o si hemos extraviado el rumbo, porque los animales no muestran la crueldad que en los hombres vemos.

¿Nos hemos apartado de Dios y de los dioses, o siempre hemos pertenecido al mal?

"Y vendrá el gran impostor al fin de los tiempos", nos aseguran los profetas y profecías, unos creerán que es El Mahdi musulmán, otros que es el Mesías judío que recién llega, otros creerán que es la vuelta de Cristo, y así cada religión verá en ese embaucador a quien espera, y entonces todos se unirán a su alrededor y serán un solo pueblo, al fin, una humanidad sin fisuras, pero unida por la mentira y el engaño. Seremos todos fieles de Satán.

Y su maldito reino durará lo que tenga que durar, no sabemos si mucho o poco... pero imaginamos que mucho no ha de ser porque se dice que entonces "vendrá el verdadero Amo del Mundo", el verdadero Dios, el verdadero Esperado y Elegido y acabará con la farsa y los farsantes.

Aquí vienen las controversias: Quién se salva.

Aquí no se salva nadie.

Nombren una iglesia inmaculada.

Encuentren una organización sin mancha.

Digan quién no es hipócrita.

Aquí no se salva nadie.

Y la iglesia de Roma, la católica, la que pensábamos que iba de más a menos, “pobre” entre tanta riqueza, egoísta entre tanta abundancia, pidiendo limosna para no gastar lo suyo, había sido más astuta y poderosa de lo que algunos ingenuos pensaron. Hasta daba pena ver cómo le salían competencias “desleales” en tantas sectas "cristianas" sólo de nombre... ¡cómo no patentaron a Jesús el Cristo! Se hubieran enriquecido aún más...

Pero ese diablo sabe más por viejo, siempre estuvo en el poder y sigue estando, y avanza incluso allí donde había perdido toda o casi toda su influencia, como por ejemplo USA y hasta Rusia. ¿A dónde quiero llegar? Lo diré sin rodeos:

Ése será el soporte del gran estafador. Se está fortaleciendo para éso y tiene el poder de las sombras para lograrlo. No quiere decir que al fin y al cabo esa iglesia sea la que mande y determine todo, pero sí será la argamasa que unirá al mundo entero... lástima que por poco tiempo y para nada bueno. En fin, somos poca cosa... tal vez más adelante, con el sufrir que viene, seamos algo más.

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