martes, 27 de mayo de 2014

Qué pena.

Imagen: catarsisdemialma.blogspot.com

No era uno solo el que perdía


No puedo imaginarte en otros brazos
ni puedo soportar que alguien te toque,
y menos evitar que se desboque
mi corazón, y estalle en mil pedazos.

Te pensé y te soñé tan sólo mía,
la dulce miel que yo encontré en tu boca
pasado el tiempo se fue haciendo poca
y aún así, no vi que te perdía.

¿Se trató acaso de una pasión loca,
será que te importaba que sufría
con tu orgullo que todo lo trastoca?

Fuiste dueña de todo y lo sabías
y hoy tristemente entender nos toca
que no era uno solo el que perdía.

~ o ~

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