Debido a las características del presente artículo, donde se escriben mal algunas palabras, y no deseando confundir a los lectores cultos, incultos, áridos o incultivables, he considerado apropiado marcarlas de alguna manera, las palabras mal escritas irán subrayadas: Hací.
Pá y pé, no son errores ortográficos, son apócopes o contracciones (!) de para y pues, respectivamente. Pueden estar bien o no, pero no se consideran como errores ortográficos.
Si se me pasa sin subrayar alguna palabra mal escrita pueden martirizarme, despellejarme y si lo desean, como venganza, apedrearme en plaza pública... eso sí, si me agarran. Herrar es humano, errar también. Vamos pues, que comience el artículo.
-o-
La mala ortografía es lo de menos, lo que impacta fuertemente es la pésima, y no me pregunten dónde está la diferencia o cual es el límite, porque en explicarlo se me irá la vida. Baste con decir que no es lo mismo escribir "coerente" que "haver ci biene". Entonces, el límite, grueso y basto, está entre esos dos estratos.
Una vez llegué a leer lo siguiente: "Hay, lo ize debuelta", como pensé que soñaba lo guardé y está entre los trofeos más valiosos de mi colección.
Una vez llegué a leer lo siguiente: "Hay, lo ize debuelta", como pensé que soñaba lo guardé y está entre los trofeos más valiosos de mi colección.
- ¿Y husté quién es pá benir a correjir?
- No puedo contestar al nivel que se merece.
Y eso que por ahora estoy dejando de lado otro aspecto de la gramática que es la concordancia, arenas movedizas que ya se han tragado a más de un "Doctor", sobre todo a los del área de los llamados "letrados", será tal vez porque los agarraron a "letrazos" y no quedaron bien del coco después de tales porrazos.
La mala ortografía es como el descuido en el vestir, ese descuido que nace del desconocimiento de reglas básicas al combinar formas y colores; no digo que haya que vestirse con ostentación y lujo, que también allí podría manifestarse el mal gusto; me refiero al simple aspecto decoroso de la persona, así que "varreme el pizo" es no solo horroroso sino también descuidado y desaseado, con el significado antes dicho.
- Ahora es esperto en modas, tamién...
- Y usted un metiche doctorado, me parece.
Creo que la buena ortografía se mama, de mamar, o sea que se succiona desde la cuna, antes de saber escribir siquiera, en un ambiente donde la lectura tiene un lugar de privilegio; es así que al aprender a leer, el sujeto entiende que está ingresando a un mundo maravilloso. No aprende a leer para evitar el palo sino porque ansía penetrar en los orbes contenidos en las páginas de los libros. Porque en ese hogar se lee, y se lee buena lectura, se aprecia el buen cine, se oye buena música... en eso se basa la buena ortografía,
- Lo van a odiar, le cuento...
- Sí, y se la doy completa... ¡la razón, claro!
La lectura ayuda tanto o más que las reglas de ortografía, por ejemplo, "se acentúan las palabras agudas que terminan en on", y el fulano escribe "matarón" ¡pero mataron no es aguda! dice el profesor; ¿y entonces por qué se murieron? replica el alumno. Y agrega: "Hay, no entiendo" - ay es sin hache - y ¿cómo acá dice...? - es que es de haber - y acá hay, pé... ¿acaso no bé?
Entonces, siguiendo con la lógica expuesta en estas líneas, el presente blog no es recomendable como lectura para principiantes, siempre lo dejé bien claro, porque para aprender a leer y escribir es preciso iniciarse con lecturas selectas, y no con cualquier cosa.
- ¡Ah! ¿Lo reconoce?
- ¡Claro que lo reconozco! Pero como a hijo putativo.
Ya me gané más de un enemigo por andar pretendiendo corregir los horrores de la gente, y me dije: ¡Ya no más! ¡Que se ahoguen en las miasmas de su insufrible embrollo! ¡Que no se entiendan unos a otros, confundiendo la lengua en esta Babel de teclas, celulares y monitores! ¡Que se pierdan Roma, Constantinopla y la Batalla de las Termópilas!
- ¿Y se perdieron? ¿Se extraviaron sin su ayuda?
- ¡No, que va! ¡Se entienden entre ellos mejor de lo que se esperaba!
O sea que están creando un nuevo lenguaje, tal vez sin proponérselo están modificando la lengua ¿para mejor? "¡Ke ls prece!" - En lo que a mí respecta, no lo creo.
Un reto, me dan un rato, y les prometo que les completo unos versos sobre este aprieto.
Maldecida Hortografía
Si quiero escrivir vonito,
a nivel de diplomático,
aparece el antipático
y me corrije todito.
¡Hay! le digo ¡soy poeta!
me sale que ¡ay! pero no ¡hay!;
yo le respondo que si ay
y ya me estira la jeta.
Maldecida hortografía
por los ciglos y los vurros,
tener que zufrir apuros
de una kulpa que no es mía.
Si ya ben, no me jalé*,
y asta tengo trez posgrados
y un currículo avultado
que ya lo quiciera usté.
Yo lo único que sé:
que en este nivel de escoria
perderemos Paz y Gloria,
Meche, Luz y Salomé;
ninguna va a tolerar
tantas frases malolientes,
son bellas e inteligentes
y así se van a volar.
~
* jalarse: aplazarse, reprobar los exámenes.
Los errores ortograficos que a veces son horrores...un tema inacabable...muy original la poesia...
ResponderBorrarEl tema que has tratado en esta oportunidad les cae como anillo al dedo a los congresistas, y más aún a los seudo periodistas de diarios de quinta categoría, pasando por todas, y salpicando al "decano" de la prensa nacional, el diario El Comercio, que parece que quiere ganar más plata poniendo a estos elementos en sus salas de redacción porque son más baratos.
ResponderBorrarY no me quedo corto si te digo que entra en esta fauna todo el aparato del estado, ojo, me refiero a ministerios e instituciones, sobre todo a policiales.
Fernando Atala
Podemos dedicárselo a esos "doctores", entonces, a ver si al menos se sonrojan, aunque lo dudo.
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