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Imagen: mormosofia.wordpress.com |
Un soneto de Borges y otro mío, el de Borges es grandioso, y el mío escueto.
El título de esta nota corresponde al primer verso del soneto Everness de Jorge Luis Borges, con título en idioma inglés y tema redactado en español, no es la única vez que el maestro hace esta clase de combinación. Muchos sabrán el significado de everness, pero no está demás que lo consigne aquí.
everness
Noun // Sustantivouncountable // incontable
(archaic) perpetuity // (arcaísmo): perpetuidad
Everness
J.L.Borges
Sólo una cosa no hay. Es el olvido.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.
~
No se pierde nada en el universo, ni lo bueno ni malo, asegura en sus profundos versos (Dios, que salva el metal, salva la escoria), y no hay vuelta atrás (y las puertas se cierran a tu paso), tampoco queda lugar para el libre albedrío (Ya todo está), o tal vez hay una extraña fórmula que permite que los sucesos futuros registrados en la memoria divina (fatalismo) nos dejen a la vez algún margen de libertad de acción.
Dios, que salva el metal, salva la escoria
y cifra en su profética memoria
las lunas que serán y las que han sido.
Ya todo está. Los miles de reflejos
que entre los dos crepúsculos del día
tu rostro fue dejando en los espejos
y los que irá dejando todavía.
Y todo es una parte del diverso
cristal de esa memoria, el universo;
no tienen fin sus arduos corredores
y las puertas se cierran a tu paso;
sólo del otro lado del ocaso
verás los Arquetipos y Esplendores.
~
No se pierde nada en el universo, ni lo bueno ni malo, asegura en sus profundos versos (Dios, que salva el metal, salva la escoria), y no hay vuelta atrás (y las puertas se cierran a tu paso), tampoco queda lugar para el libre albedrío (Ya todo está), o tal vez hay una extraña fórmula que permite que los sucesos futuros registrados en la memoria divina (fatalismo) nos dejen a la vez algún margen de libertad de acción.
Borges era un teólogo ateo, desde mi modesta manera de ver, esta es la forma más honesta de encarar la teología; sin compromisos de fe ni pre-juicios que nos aten, el espíritu queda libre para recorrer sendas no permitidas, hurgar también las ideas no descubiertas ni tocadas por ninguna religión.
Pero a la vez, JLB creía en algún Dios porque con cierta frecuencia lo mencionaba, como en este soneto, lo cual no sé si es una contradicción o un juego de palabras o de espejos mágicos; la divinidad, los dioses que conocemos, son de alguna manera creaciones humanas, lo cual no significa que el verdadero Dios, o dioses, no existan. Tal vez Borges no era ateo sino hereje, que es otra cosa. Pero ¿cómo vivir sin religión? - no es difícil si se tienen principios éticos que respetar, los mismos que posiblemente serán aceptados por la divinidad en el momento correspondiente; y si no... bueno, hay que arriesgarse.
Nos creemos muy importantes, en la larga historia del planeta y de la humanidad, le damos excesiva importancia a los últimos tres mil o cuatro mil años, cosa por demás natural porque en esos años vivimos, pensamos, avanzamos y creímos, pero son muy poca cosa ante la enormidad que ignoramos, o que la mayoría ignoramos.
Yo también dedicaré un soneto en esta oportunidad, pero tratándose de algo tan complejo y polémico, prefiero salir airoso por las ramas; ante el sesudo y filosófico soneto de Borges, yo, lo reconozco, me amilano; sin embargo, me queda la alternativa de ser concreto, breve y escueto, entonces lo haré desde el lado liviano del humor, aquí va mi...
Pero a la vez, JLB creía en algún Dios porque con cierta frecuencia lo mencionaba, como en este soneto, lo cual no sé si es una contradicción o un juego de palabras o de espejos mágicos; la divinidad, los dioses que conocemos, son de alguna manera creaciones humanas, lo cual no significa que el verdadero Dios, o dioses, no existan. Tal vez Borges no era ateo sino hereje, que es otra cosa. Pero ¿cómo vivir sin religión? - no es difícil si se tienen principios éticos que respetar, los mismos que posiblemente serán aceptados por la divinidad en el momento correspondiente; y si no... bueno, hay que arriesgarse.
Nos creemos muy importantes, en la larga historia del planeta y de la humanidad, le damos excesiva importancia a los últimos tres mil o cuatro mil años, cosa por demás natural porque en esos años vivimos, pensamos, avanzamos y creímos, pero son muy poca cosa ante la enormidad que ignoramos, o que la mayoría ignoramos.
Yo también dedicaré un soneto en esta oportunidad, pero tratándose de algo tan complejo y polémico, prefiero salir airoso por las ramas; ante el sesudo y filosófico soneto de Borges, yo, lo reconozco, me amilano; sin embargo, me queda la alternativa de ser concreto, breve y escueto, entonces lo haré desde el lado liviano del humor, aquí va mi...
Soneto escueto
Hasta la coronilla con los versos
debo tener a muchos visitantes
que llegan hasta el blog, y más que antes,
se encuentran con asuntos tan diversos.
Rimar por qué, y a qué, rimar por gusto,
no dejaré que el verso atragantado
-a pesar que la gracia que me ha dado-
se desborde del cauce al que me ajusto.
se desborde del cauce al que me ajusto.
Por eso este soneto será escueto
de argumentos, de voces y sonidos,
siendo así,en cualquier rincón lo meto;
es pequeño, sencillo y muy fluido
sin por eso dejar de ser coqueto,
antes de que se duerman lo termino.
~